miércoles, 29 de enero de 2014

Miryam Quiñones y los estertores del criollismo limeño




Ha sido grato ver a Miriam Quiñones, más cuajada, con más dominio del escenario y con un encanto para con la multitud que la sencillez de su persona le otorga: los años en Argentina le han permitido aprender y sobre todo tomar contacto con la gente que hace música en América Latina. La experiencia con el cubano Vicente Feliú, le ha permitido avanzar en su carrera: a los 6 discos que ha publicado en años anteriores dedicados a mostrar su versión de las canciones de Chabuca Granda alguno y las de Silvio Rodríguez otro, se anuncia uno que contendría un repertorio de compositores peruanos con motivo de los 50 años del asesinato de Javier Heraud y que se ha hecho en su integridad en Cuba. 

Es este el que nos anuncia con el presente concierto. No ha dudado en escoger a lo mejor del repertorio criollo tanto de antaño como del más contemporáneo: abriendo su presentación con una versión de Nicomedes Santa Cruz de "Aires negros del Perü", nos presentó luego "Muñeca Rota" de Serafina Quinteras y "Hay días como hoy" de Mario Cavagnaro en emotivas versiones de estos dos clásicos del criollismo. No han faltado por otra parte canciones de gran hermosura como "Cariño" de Manuel Acosta Ojeda o "Indio" de Alicia Maguiña así como la canción que Chabuca dedica a Heraud y entre los más modernos Andrés Soto con "Negra presuntuosa" o el "Kiri" Escobar quien presente y convocado al escenario por Miriam interpreta con ella, al alimón, "Agüita de azahar" y "Azúcar de Caña". Y esto que sólo mencionamos a los más conocidos, pues sería injusto no hablar de las versiones que la cantora tiene de José Villalobos, Javier Lazo o Lourdes Carhuas de quienes selecciona sendas canciones de gran factura compositiva.

Sorprende un teatro lleno, el del Centro Cultural El Olivar de San isidro, conmovido por los aires criollos que el eficaz ensemble que le sirve de acompañamiento permitía disfrutar, sazonado con el verbo jocundo del Kiri y acompañado de peruanos vinculados al quehacer musical y social: pudimos ver entre el público a alguno de los compositores, a una de las hijas de Chabuca o al compañero de Heraud en la aventura fatídica de Puerto Maldonado, Alaín Elías. 

Esperemos otras reuniones como la que gloso, el vals criollo así como otras expresiones de la cultura musical peruana, el landó o la nueva canción criolla (que parece llegó tarde) no merecen el olvido del ghetto musical al que están condenadas diversas expresiones musicales que a escala mundial han sido desplazadas por alguna forma mezquina de globalización que tal vez haya impuesto sus condiciones por falta de identificación de los peruanos con sus orígenes. Nuestra música merecía vivir más tiempo. Se me ocurre que nuestra generación, la que siguió a los que la crearon y desarrollaron, no quiso o no pudo continuar esa tradición. Podrá la generación a la que pertenece Miryam hacer algo para que no muera nuestra música, por el hecho simple pero comprometido de cantar en medio de los estertores del criollismo limeño? Su público podrá ampliarse a quienes aún no llegan a los 20?

De su álbum dedicado a Chabuca Granda les traigo "La torre de marfil" http://youtu.be/xqyF4OCyq_s
Y del concierto de ayer, la versión que Miryam tiene de "Hay días como hoy" que he podido subir a Youtube, http://youtu.be/cBROlgpXoo8

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