Ser miembro de la realeza country norteamericana, es decir ser hija del icono cultural Johnny Cash y estar emparentado con la reconocida familia Carter, puede traerle a quien quiera aventurarse en los vastos mares de la composición una insoportable responsabilidad. Haber sufrido una intervención cerebral por una malformación de Chiari, que la forzara a detener su tarea creativa durante 7 años, podría quitarle la esperanza al más valiente. Emprender la restauración de la casita en la que viviera su padre cuando niño, aventurándose por ese sur profundo que Faulkner describiera con crudeza, sería una coincidencia feliz que le permitiría a Rossane Cash reencontrarse con su pasado y con el de su padre. No podrían los astros efectuar una mejor conjunción de situaciones como para que Rossane se propusiera componer, en ocasiones con su esposo, John Leventhal, este disco de notable belleza, The River & The Thread, que ha publicado en los primeros días de febrero y que puede encontrarse íntegramente en este sitio.
Con una carrera de más de 35 años, Rossane ha sido aclamada desde sus primeras composiciones, como las que expuso en su segundo álbum Seven Year Ache (1981) hasta la última trilogía que ha venido entregando al público tras la muerte de su padre, la cual incluye Black Cadillac (2006) y The List (2009) en donde interpreta lo mejor del repertorio de Johnny Cash. The River & The Thread, completa esta tarea, la cual, aunque no se refiere directamente a su padre, toma la sensibilidad que produce lo sureño en ella, la amolda a la suya y nos ofrece un resultado que vale la pena escuchar. No por nada ella misma ha mencionado en una publicitada entrevista "si nunca vuelvo a hacer otro álbum, estaré contenta de haber hecho éste", ya que en éste reúne aires sureños que van desde el pop al uso de Dusty Springfield o Bobbie Gentry, pasando por composiciones de notoria influencia del blues como se muestra en World of strange design, hasta una joya como Night School, con una orquestación que parece provenir del siglo XIX. No es por nada que en una entrevista dada a El País mencionara con toda claridad "No es un disco que tenga que ver con Johnny. Trata de mí...El título se refiere al río Misisipi y también utilizamos la metáfora del hilo como una especie de unión al lugar". La geografía inmensa del Sur es mencionada con frecuencia para situarnos: Memphis, Florence, Tenesee, hasta Money Road, donde una de las primeras manifestaciones del movimiento por los Derechos Civiles de los 50s ocurriera. Pero no es solo como lugar sino como tiempo y referencia personal que el Sur impone su presencia, tal y como podemos entender cuando le prestamos atención a canciones como Etta's Tune cuya línea inicial (What's the temperature darling?) se refiere a la primera palabra que una pareja que realmente existió, la que formaban el bajista de Cash, Marshall Grant y Etta, pronunciaran durante 65 años de matrimonio inmediatamente luego de despertarse o cuando entendemos la referencia a la sangrienta guerra civil que "When the master calls the roll" revela.
Diríamos que el álbum está muy bien logrado, aunque se insinúe cierto matiz conceptual -nos referimos a la alusión frecuente a lo sureño-. Mas, si nos atenemos a los logros que Rossane Cash obtiene en este disco, como lo menciona Kepa Arbizu de la página TamTam Press, los efectos que produce en quien lo escucha valen bien darles nuestra atención: "De esa manera queda conformado un disco que sirve tanto de relato sentimental-histórico de la América profunda como de reflejo de una mirada más íntima y personal. Un recorrido poblado de música de raíces tratada con un gran tacto y sensibilidad"
Guillermo Ladd
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